En España hay cientos de emprendedores con buenos inventos, ideas novedosas y nuevos modelos de negocio. Sin embargo, uno de los grandes problemas que afrontan es encontrar una financiación adecuada. Parte de la problemática radica en la estructuración de los modelos de negocios y en el desconocimiento de la valoración que realizan los inversores a la hora de invertir en una startup.
Algunos temas en los que los innovadores deben ahondar son: conocer las estrategias de los inversores, la comunicación adecuada de ideas, la construcción de equipos de trabajo, la creación de sinergias entre empresas y conocer los sectores de creciente desarrollo de la innovación para encontrar un nicho adecuado de mercado.
Lo primero que hay que entender es que un inversor no es una fuente de financiación alternativa a un banco. Es decir, un inversor no espera que devuelvas su inversión con intereses. Un inversor está en la búsqueda de una idea que pueda tener éxito en el futuro por la cual obtengan beneficios.
En este sentido los innovadores deberán presentar una propuesta atractiva que implique:
Cercanía: Los inversores prefieren tener cerca las empresas en donde esta invirtiendo
Que sea invertible: Esto supone que sea un proyecto con alto potencial de crecimiento o que tenga posibilidades de salida.
Equipo: se busca un equipo diversificado, dedicado al 100% y comprometido con el proyecto.
Mercado: Es importante definir el sector de la startup y buscar inversores especializados que inviertan en este sector. Además es importante tener definido un mercado real de clientes dispuestos a comprar  tu producto/servicio, que sea atractivo por sus perspectivas de crecimiento.
Ventaja diferencial: La idea debe ser realmente innovadora, no tener competencia directa en el mercado, es decir debe existir un estudio en el cual se explique las ventajas competitivas de su startup frente a su competencia.
Plan de negocios: este documento representa la primera etapa para que una idea sea evaluada o no. El plan de negocios debe ser trabajado con datos fiables y contrastados.  Debe incluir además de un resumen claro de la idea, un plan financiero detallado, análisis de mercado, definición del equipo de trabajo y necesidades de inversión. En este sentido se valorara muy positivamente las inversiones propias realizadas y la no dependencia del desarrollo del negocio enteramente de los fondos del inversor.

Estabilidad y proyección: un inversionista está interesado en conocer cómo evolucionan los ingresos y por qué. Es decir, necesita tener claridad de la capacidad de la empresa para crecer y aumentar sus ingresos sin que este crecimiento suponga un aumento lineal de los gastos y de la inversión.
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